Cassiopea

     Dicen que es una constelación muy alejada que brilla con luz propia, formada por más de 25 estrellas rodeadas por objetos de cielo profundo. En el total, en la suma de todas ellas, reside su belleza. Su desorganización marca su elegancia y en su misterio está su inteligencia. Pero, ¿qué es realmente?
     A millones de kilómetros del ''mundo real'' es donde respiro. Donde soy capaz de deshacerme de absolutamente todo lo que me ancla a este lugar. Donde mi cabeza y mi energía son capaces de fluir.
Al decir ''mundo ''real'' debo añadir el tono irónico. Es un lugar plagado de mentiras, engaños y seres que sin ningún tipo de tapujos, son capaces de pisotearse entre sí....Seres a los que podría catalogar de mil maneras pero que, o bien por comodidad, o bien por egoísmo, no quiero nombrar para no manchar mis palabras. Por no ensuciarlas ni salpicarlas de esta mentira a la que llamamos sociedad.
     Cada vez que levanto la vista me desconcierta más lo que veo; a cada minuto me desgasto con más facilidad. Me quemo. Me alejo. Odio pensar que formo parte de todo esto y que, con total seguridad, pocos lograrán vestirse con mis sentidos. Espero que en algún tramo del tiempo, deba disculparme por mis palabras...por haberme contradicho.
Sigo intentando encontrar el minuto 61, la hora 25, el día 32, el mes 13. Sigo intentando encontrar ese momento en el que pueda decir ''no importa, son solo épocas, rachas y fases lunares''. Me asusta pensar que tengo razón y me enloquece saber que la tengo pero, al fin y al cabo, solo soy el punto y aparte.
     Y tras esta brevísima reflexión, concluyo diciendo que ''Yo lo único que quiero es la paz mundial''.

MATEÍNA

     Necesito un estimulante ¡YA! Legal o ilegal...vivo o muerto. Eso es lo de menos. Solo podría tener menos ganas de todo si me hubiera atropellado un autobús lleno. Estoy rodeada de libros que de verdad, me muero por leer pero el tiempo parece pasar tan deprisa que apenas abro uno y paso la página, mil actividades se abalanzan sobre mí. Curiosamente, nunca soy capaz de terminar ninguna.
     Las horas del día pasan extremadamente rápido y con ellas, mis ganas de saber qué pasará. El tiempo lo envuelve y subordina todo. Ese viejo conocido siempre cambiante, nos mira fijamente y nos ve pasar. Se ríe. Sin duda, debe ser muy gracioso ver que lo que parecía estar muy claro; lo evidente, nunca lo es tanto y, por el contrario, lo imposible; lo lógico, pasa a formar parte de nuestro día a día. Lo desconocido, casi siempre bienvenido y aceptado (aunque sea por curiosidad) nos atrapa y somete. Nos condiciona. Todo, absolutamente todo lo que nos rodea cambia. Pero al fin y al cabo, solo es tiempo. Tan efímero...
Que hace que los momentos sigan viniendo y se vayan, y vienen y van y vienen y van...hasta tal punto que toda nuestra vida parece un gran ciclo en el que a su vez, se suceden pequeñas etapas. Todas distintas en apariencia, iguales en esencia pero, ¿Qué más da?Seguimos siendo nosotros mismos. Seguimos definiéndonos.
     La nota, el diferencial...el punto y aparte, lo marcan las cosas que nos apartan de lo escrito, de lo probable, de lo posible, de lo seguro...Son esas y solo esas, las que sacan lo mejor de nosotros y sin esperar nada a cambio. Ese es nuestro verdadero estimulante.
     Gritos al aire, palabras hundidas y miradas perdidas son...mis susurros.