Rompería cada molde, borraría cada palabra.

   Mirar lo desconocido con otros ojos, cambiar la perspectiva y sonreír. Reír de todo aquello que intentamos conocer, unas veces por curiosidad, otras por escepticismo, y que rara vez nos acaba sorprendiendo. Aceptar que no hay nada definido; no existen ni los exactos ni las fórmulas y si los hay, no se debe más que a la mera simplicidad del contrario… ¿presuposiciones? Nunca (sin no-quererlas). Levantar la mirada y observar que lo obvio, finalmente no lo es tanto y que la verdad y la mentira, se diferencian tan solo gracias al contexto.  

 Cambiemos el decorado, y lo demás viene solo.

El silencio de los mudos

¿Poco que callar y mucho que decir o mucho que callar y poco que decir?
    Es horrible y tormentoso vivir el día a día, pero a la vez divertido. Hacer, pensar y decir lo que nos venga en gana. Pero, ¿y si no? ¿Y si pese a que creemos actuar con libertad realmente nos mueven motores ocultos? ?Qué es lo que nos hace actuar así y por qué?¿Cuál es la razón de todo?
   Actuamos por conveniencia. No decimos lo que sentimos...No expresamos lo que pensamos.
Habrá quien crea que me equivoco pero en realidad tengo demasiada razón ya que ni uno mismo es capaz de saber, conocer o entender a su subconsciente. Nuestra cabeza no es una unidad...no es monopartidista. Es una suma, un sistema...un conjunto de ideas que nada tienen que ver entre sí y a la vez lo tienen todo.
Descargas eléctricas. Somos solo el producto de la sinapsis neuronal.
¿Frívolo?¿Duro?¿Complicado?¿Difícil de creer? Quizás.
     Todos los hallazgos, sentidos y sinsentidos, descubrimientos, hitos y tragedias de la humanidad se han debido a simples descargas...producidas por unos elementos tan frágiles que con el mero contacto del oxígeno, mueren.

Cassiopea

     Dicen que es una constelación muy alejada que brilla con luz propia, formada por más de 25 estrellas rodeadas por objetos de cielo profundo. En el total, en la suma de todas ellas, reside su belleza. Su desorganización marca su elegancia y en su misterio está su inteligencia. Pero, ¿qué es realmente?
     A millones de kilómetros del ''mundo real'' es donde respiro. Donde soy capaz de deshacerme de absolutamente todo lo que me ancla a este lugar. Donde mi cabeza y mi energía son capaces de fluir.
Al decir ''mundo ''real'' debo añadir el tono irónico. Es un lugar plagado de mentiras, engaños y seres que sin ningún tipo de tapujos, son capaces de pisotearse entre sí....Seres a los que podría catalogar de mil maneras pero que, o bien por comodidad, o bien por egoísmo, no quiero nombrar para no manchar mis palabras. Por no ensuciarlas ni salpicarlas de esta mentira a la que llamamos sociedad.
     Cada vez que levanto la vista me desconcierta más lo que veo; a cada minuto me desgasto con más facilidad. Me quemo. Me alejo. Odio pensar que formo parte de todo esto y que, con total seguridad, pocos lograrán vestirse con mis sentidos. Espero que en algún tramo del tiempo, deba disculparme por mis palabras...por haberme contradicho.
Sigo intentando encontrar el minuto 61, la hora 25, el día 32, el mes 13. Sigo intentando encontrar ese momento en el que pueda decir ''no importa, son solo épocas, rachas y fases lunares''. Me asusta pensar que tengo razón y me enloquece saber que la tengo pero, al fin y al cabo, solo soy el punto y aparte.
     Y tras esta brevísima reflexión, concluyo diciendo que ''Yo lo único que quiero es la paz mundial''.

MATEÍNA

     Necesito un estimulante ¡YA! Legal o ilegal...vivo o muerto. Eso es lo de menos. Solo podría tener menos ganas de todo si me hubiera atropellado un autobús lleno. Estoy rodeada de libros que de verdad, me muero por leer pero el tiempo parece pasar tan deprisa que apenas abro uno y paso la página, mil actividades se abalanzan sobre mí. Curiosamente, nunca soy capaz de terminar ninguna.
     Las horas del día pasan extremadamente rápido y con ellas, mis ganas de saber qué pasará. El tiempo lo envuelve y subordina todo. Ese viejo conocido siempre cambiante, nos mira fijamente y nos ve pasar. Se ríe. Sin duda, debe ser muy gracioso ver que lo que parecía estar muy claro; lo evidente, nunca lo es tanto y, por el contrario, lo imposible; lo lógico, pasa a formar parte de nuestro día a día. Lo desconocido, casi siempre bienvenido y aceptado (aunque sea por curiosidad) nos atrapa y somete. Nos condiciona. Todo, absolutamente todo lo que nos rodea cambia. Pero al fin y al cabo, solo es tiempo. Tan efímero...
Que hace que los momentos sigan viniendo y se vayan, y vienen y van y vienen y van...hasta tal punto que toda nuestra vida parece un gran ciclo en el que a su vez, se suceden pequeñas etapas. Todas distintas en apariencia, iguales en esencia pero, ¿Qué más da?Seguimos siendo nosotros mismos. Seguimos definiéndonos.
     La nota, el diferencial...el punto y aparte, lo marcan las cosas que nos apartan de lo escrito, de lo probable, de lo posible, de lo seguro...Son esas y solo esas, las que sacan lo mejor de nosotros y sin esperar nada a cambio. Ese es nuestro verdadero estimulante.
     Gritos al aire, palabras hundidas y miradas perdidas son...mis susurros.

Cianuro con nata.

     El viento...suave pero tenaz. Gracias a ello consigue penetrar en todos los lados y, aun mejor, sin ser visto y sin levantar sospecha alguna. Sin revelar (que no relevar) sus verdaderas intenciones.
Es mucho más peligroso de lo que parece. De una llama nos esperaremos un efecto devastador porque sabemos que al tocarla quema pero, el viento, que a veces nos resulta hasta placentero, nos engaña tan fácilmente...
     Nos mueve...nos hace perdernos. En pequeñas dosis nos hace cerrar los ojos para disfrutar de su efecto y, en grandes, nos sorprende tanto su infinita belleza que no podemos dejar de mirarlo.
Cuántos locos habrán caído admirándolo, y yo.

Delirios de poeta

     Primer sorbo de café. Quema y está muy amargo. Ultimamente todos los acontecimientos de mi vida son así, inclusive mi fuente de inspiración.
     Sigo mirando a mi alrededor buscando un no sé qué. De veras que me encantaría ver un resquicio de ''algo'', cenizas que en algún determinado momento compusieran otro ''algo''. Tan solo soy capaz de ver la columna que tengo justo enfrente y con ella el segundo sorbo de mi horrible café. No me gusta nada, en serio. He probado cosas asquerosas en mi vida pero realmente nunca pensé que podrían variar tanto los sabores de un mismo producto. No pienses que soy una remilgada...si lo probaras, opinarías lo mismo. Ese dichoso sabor se adhiere al paladar y a los labios y me temo que, durante la media hora que me queda de espera, no me quedará otra opción que acostumbrarme. Horrible la costumbre, ¿eh? Creo que no hay nada más triste que ver a alguien que aun odiando mucho una cosa, se acaba acostumbrando a ella. Nos puede pasar con objetos, lugares o incluso personas.
     [...] No te lo he dicho pero ya voy por el octavo trago y solo me queda uno. Seguro que te preguntarás qué sabor tengo en la boca. Te contestaré con una media sonrisa; amargura. Yo no me acostumbro a nada, todo lo contrario, me canso. Me harto de todo a una velocidad desorbitada y hay pocas cosas en el mundo capaces de evitarlo. Me empieza a doler la cabeza. A pesar de que no soporto el sitio en el que me encuentro, no estoy dispuesta a salir a la calle con mis mojados pies...todavía no; aun me queda mi último sorbo.

Cosa de inspiración

http://www.flickr.com/photos/taytom/

       Apenas me conozco a mí misma como para poder entender que alguna vez me llegue a conocer alguien. Es difícil establecer dónde y cuándo se traspasa frontera de lo permisible...de lo permitido. ¿Dónde están nuestros límites? Imposible entender porqué pasan las cosas y qué es lo que ocurriría de no haber sucedido así. Y aquellos límites, ¿quién los estableció?¿Quién se cree con derecho de decirme/nos lo que podemos o debemos hacer?
      La memoria...ese instrumento del que todos disponemos y pocos utilizamos. La que nos hace invertir en asuntos que aunque abandonados por momentos, nos gusta retomar en algún momento de nuestras vidas. Nos encanta invertir en causas perdidas; poner empeño en realizar cosas absurdas que no sirven para nada...que no nos llevan a ningún punto pero, sin embargo lo hacemos. Nos hace sentir mejor saber que lo hemos intentado aunque no haya servido de nada, ¡qué estupidez! No hacer nada y hacerlo todo.
Liberándome de prejuicios, riéndome de todo lo absurdo y hundiéndome en mis propias manías...aceptando que en toda verdad, habrá un punto de inflexión donde me tropiece con la mentira, así me encuentro, así vivo.
Será que voy, buscando nada.