Cianuro con nata.

     El viento...suave pero tenaz. Gracias a ello consigue penetrar en todos los lados y, aun mejor, sin ser visto y sin levantar sospecha alguna. Sin revelar (que no relevar) sus verdaderas intenciones.
Es mucho más peligroso de lo que parece. De una llama nos esperaremos un efecto devastador porque sabemos que al tocarla quema pero, el viento, que a veces nos resulta hasta placentero, nos engaña tan fácilmente...
     Nos mueve...nos hace perdernos. En pequeñas dosis nos hace cerrar los ojos para disfrutar de su efecto y, en grandes, nos sorprende tanto su infinita belleza que no podemos dejar de mirarlo.
Cuántos locos habrán caído admirándolo, y yo.

Delirios de poeta

     Primer sorbo de café. Quema y está muy amargo. Ultimamente todos los acontecimientos de mi vida son así, inclusive mi fuente de inspiración.
     Sigo mirando a mi alrededor buscando un no sé qué. De veras que me encantaría ver un resquicio de ''algo'', cenizas que en algún determinado momento compusieran otro ''algo''. Tan solo soy capaz de ver la columna que tengo justo enfrente y con ella el segundo sorbo de mi horrible café. No me gusta nada, en serio. He probado cosas asquerosas en mi vida pero realmente nunca pensé que podrían variar tanto los sabores de un mismo producto. No pienses que soy una remilgada...si lo probaras, opinarías lo mismo. Ese dichoso sabor se adhiere al paladar y a los labios y me temo que, durante la media hora que me queda de espera, no me quedará otra opción que acostumbrarme. Horrible la costumbre, ¿eh? Creo que no hay nada más triste que ver a alguien que aun odiando mucho una cosa, se acaba acostumbrando a ella. Nos puede pasar con objetos, lugares o incluso personas.
     [...] No te lo he dicho pero ya voy por el octavo trago y solo me queda uno. Seguro que te preguntarás qué sabor tengo en la boca. Te contestaré con una media sonrisa; amargura. Yo no me acostumbro a nada, todo lo contrario, me canso. Me harto de todo a una velocidad desorbitada y hay pocas cosas en el mundo capaces de evitarlo. Me empieza a doler la cabeza. A pesar de que no soporto el sitio en el que me encuentro, no estoy dispuesta a salir a la calle con mis mojados pies...todavía no; aun me queda mi último sorbo.

Cosa de inspiración

http://www.flickr.com/photos/taytom/

       Apenas me conozco a mí misma como para poder entender que alguna vez me llegue a conocer alguien. Es difícil establecer dónde y cuándo se traspasa frontera de lo permisible...de lo permitido. ¿Dónde están nuestros límites? Imposible entender porqué pasan las cosas y qué es lo que ocurriría de no haber sucedido así. Y aquellos límites, ¿quién los estableció?¿Quién se cree con derecho de decirme/nos lo que podemos o debemos hacer?
      La memoria...ese instrumento del que todos disponemos y pocos utilizamos. La que nos hace invertir en asuntos que aunque abandonados por momentos, nos gusta retomar en algún momento de nuestras vidas. Nos encanta invertir en causas perdidas; poner empeño en realizar cosas absurdas que no sirven para nada...que no nos llevan a ningún punto pero, sin embargo lo hacemos. Nos hace sentir mejor saber que lo hemos intentado aunque no haya servido de nada, ¡qué estupidez! No hacer nada y hacerlo todo.
Liberándome de prejuicios, riéndome de todo lo absurdo y hundiéndome en mis propias manías...aceptando que en toda verdad, habrá un punto de inflexión donde me tropiece con la mentira, así me encuentro, así vivo.
Será que voy, buscando nada.

DE LA CARTA A LA TABLET

Desde el primer teléfono móvil, el Motorola DynaTAc, han pasado más de 20 años. El avance que supuso la desaparición de los cables para dar paso a las ondas, fue significativo y, pese a que el progreso de estos aparatos se mostró muy lento en un principio, hoy en día no deja de sorprendernos con nuevas aplicaciones y herramientas que quizás, muchos ni lleguemos a usar. Actualmente el mercado no deja de variar y renacer una y otra vez, y cada vez en periodos más cortos de tiempo. Periodos tan cortos que no nos da tiempo a terminar de acostumbrarnos a un producto cuando aparece otro muy similar con alguna actualización.
El último grito en cuanto a telefonía móvil lo han dado los smartphones y junto con ellos, las compañías que se emplean a fondo en generar un amplio abanico de productos para que el cliente tenga dónde elegir. Pero, ¿cómo elegir? Esa es la gran pregunta.
Según los últimos datos registrados, HTC Corp. ha triplicado sus ganancias del primer trimestre del año, superando las previsiones esperadas, impulsado por la fuerte demanda de sus teléfonos móviles y en particular, los que se ejecutan en el sistema operativo Android. Este sistema operativo, en contraste con otros como Symbian, Apple o BlackBerry, cuenta con ventajas como disponer de servicios exclusivos incorporados por Google o ejecutar sus aplicaciones en un framework Java, por lo que se sitúa en la cúspide de los otros SO que existen en el mercado. HTC Corp., que acaba de alcanzar en términos de capitalización de mercado a Nokia, ha tenido unas ganancias netas de casi mil millones de dólares por encima de lo pronosticado hace tan solo unos meses y se espera que durante el segundo trimestre del año el crecimiento de ingresos sea secuencial aunque desde luego, lo que está muy claro es que en el próximo 2012, esto sufra una fuerte ralentización en cuanto a ventas de este tipo de productos, provocada nuevamente por el imparable avance tecnológico.
            Lo curioso, es que esta oleada de compras está producida gracias a la incorporación de internet a los aparatos aunque, la gran duda que se nos puede llegar a generar es, ¿qué será lo próximo? Seguramente el próximo producto estrella sean tablets de un tamaño medio que se puedan compactar y puedan llegar a funcionar como verdaderos ordenadores a la vez que incorporen las ventajas de los teléfonos móviles pero, ¿Cuándo?



Loredana MM.                                        

Sin ánimo de ofender.

Para comenzar, haré alusión al enorme problema que tengo al hablar de política. No es ninguna discapacidad, o al menos,  aun no me la han catalogado como tal…tampoco es emoción sino rabia. Me inunda una sensación horrible que se podría definir como impotencia. ¿Qué por qué impotencia? Por ver como un puñado de inútiles, que se han ganado su puesto de trabajo a base de permanecer debajo de la mesa, tienen en sus manos la capacidad de decidir sobre el futuro de millones de personas. ¿Democracia? Si esto es democracia,  disculpad mi atrevimiento, pero prefiero el autoritarismo, donde al menos se nos encauza a todos siguiendo un fin y si el dirigente en cuestión estropea una determinada situación, al menos se sabe que ha sido él, y no tendrá el valor de echarle el muerto a otro.
Llegados a este punto, ya puedo abordar el asunto en cuestión. Tras muchos, muchísimos años de presidencia (no quiero ni acordarme de cuantos), nuestro presidente del gobierno, ha decidido anunciar que en las próximas elecciones no podremos disfrutar de su presencia.  Estas declaraciones suscitan sonrisas y lágrimas, como cualquier otra situación pero lo realmente destacable es que hayamos tenido que llegar hasta este punto para que sea capaz de ver que NO le queremos, que NO estamos de acuerdo con su política y que NO nos gusta su mandato.  Es triste que personas que habían confiado en él, depositando esperanzas en que sería capaz de forjar un futuro mejor, hayan acabado tan solo con un puñado de mentiras mal cosidas al bolsillo, y más triste es, que visionarios que ya intuían lo que iba a pasar, ahora tan solo dicen, ‘’os lo advertí’’. Y sí señores, nos lo advirtieron.
¿Sabéis qué predico yo? Que para el poco tiempo que nos queda de presidencia, hará alguna más de sus estupendas hazañas. ¡Es más! Predico que pese a estos turbios años, habrá gente que llorará por su pérdida y todavía peor, habrá gente que cegada por un ‘’no sé qué’’  votará en las próximas elecciones a gente de su equipo, tan solo por considerarse socialistas.  ¿Socialistas? Socialismo era algo así como mejor distribución de los bienes, no PÉRDIDA de ellos, algo así como una organización social y económica basada en los intereses populares, no INDIVIDUALES o simplemente DESINTERASADOS.  En fin, me sobran argumentos y me falta tiempo para exponerlos todos. Tan solo puedo concluir diciendo que pese a que a personas como yo nos hierva la sangre gracias a estos hechos, la situación no cambiará, seguirá habiendo gente cegada y por supuesto, seguiré pensando que presidiría mejor Dora la Exploradora.

                                                                                                                      Loredana MM.