Para comenzar, haré alusión al enorme problema que tengo al hablar de política. No es ninguna discapacidad, o al menos, aun no me la han catalogado como tal…tampoco es emoción sino rabia. Me inunda una sensación horrible que se podría definir como impotencia. ¿Qué por qué impotencia? Por ver como un puñado de inútiles, que se han ganado su puesto de trabajo a base de permanecer debajo de la mesa, tienen en sus manos la capacidad de decidir sobre el futuro de millones de personas. ¿Democracia? Si esto es democracia, disculpad mi atrevimiento, pero prefiero el autoritarismo, donde al menos se nos encauza a todos siguiendo un fin y si el dirigente en cuestión estropea una determinada situación, al menos se sabe que ha sido él, y no tendrá el valor de echarle el muerto a otro.
Llegados a este punto, ya puedo abordar el asunto en cuestión. Tras muchos, muchísimos años de presidencia (no quiero ni acordarme de cuantos), nuestro presidente del gobierno, ha decidido anunciar que en las próximas elecciones no podremos disfrutar de su presencia. Estas declaraciones suscitan sonrisas y lágrimas, como cualquier otra situación pero lo realmente destacable es que hayamos tenido que llegar hasta este punto para que sea capaz de ver que NO le queremos, que NO estamos de acuerdo con su política y que NO nos gusta su mandato. Es triste que personas que habían confiado en él, depositando esperanzas en que sería capaz de forjar un futuro mejor, hayan acabado tan solo con un puñado de mentiras mal cosidas al bolsillo, y más triste es, que visionarios que ya intuían lo que iba a pasar, ahora tan solo dicen, ‘’os lo advertí’’. Y sí señores, nos lo advirtieron.
¿Sabéis qué predico yo? Que para el poco tiempo que nos queda de presidencia, hará alguna más de sus estupendas hazañas. ¡Es más! Predico que pese a estos turbios años, habrá gente que llorará por su pérdida y todavía peor, habrá gente que cegada por un ‘’no sé qué’’ votará en las próximas elecciones a gente de su equipo, tan solo por considerarse socialistas. ¿Socialistas? Socialismo era algo así como mejor distribución de los bienes, no PÉRDIDA de ellos, algo así como una organización social y económica basada en los intereses populares, no INDIVIDUALES o simplemente DESINTERASADOS. En fin, me sobran argumentos y me falta tiempo para exponerlos todos. Tan solo puedo concluir diciendo que pese a que a personas como yo nos hierva la sangre gracias a estos hechos, la situación no cambiará, seguirá habiendo gente cegada y por supuesto, seguiré pensando que presidiría mejor Dora la Exploradora.
Loredana MM.