No te parecen geniales los comienzos? siempre el principio es infinitamente interesante y emocionante. Un partido de fútbol, un concierto, una reunión con viejos amigos, un nuevo amor, una ciudad...
Al empezar algo, lo hacemos con una excitación especial. En nuestro pecho el corazón rebosa palpitando a una velocidad a la que sentimos que se nos va a salir, nos tiembla la voz y/o las piernas, queremos chillar y gritar lo bien que nos sentimos y las ganas que tenemos. Observamos atentamente cada movimiento e intentamos exprimir cada minuto al máximo, pisamos o con mucha decisión o con demasiado poca y sonreímos...Sobre todo sonreímos, como si nos hubieran cosido cada extremo de la boca al pómulo y no podemos bajar los labios. Es una sensación similar a cuando ponemos la última pieza de un puzzle,cuando nos invade una satisfacción interna que podemos estar saboreando horas y horas...el sentir que nuestro equipo mete gol, o que nos dan un beso inesperado,que nuestro mejor amigo nos trata igual que lo hacia años atrás o que te pierdes en esa ciudad tan maravillosa.
Te faltan las palabras para expresar la inmensa felicidad interna pero tu sonrisa define tu estado anímico, tanto que hasta un completo desconocido sabría lo que te ocurre en ese momento. De pronto y sin darte cuenta te corroe por dentro la melancolía, echas de menos algo que ni te imaginaste y lo analizas en tu cabeza una y otra vez.y tan rápido como vino, tu momento especial se va y tú sin darte cuenta.
Todo comienzo tiene su encanto, pues la esperanza de que funcione, y la inquietud por hacer algo nuevo, definen un sentimiento especial que recorren nuestro cuerpo, nos da vida.
ResponderEliminarQué bonito Manu!:)
ResponderEliminar